SARA BOCANEGRA M.


SEMINARIO HISTÓRICO



“EL HOMBRE IRRACIONAL: LA FORMA

EN QUE ESTAMOS ACABANDO

CON EL PLANETA”



Después de ver la película es inevitable que nos quedemos pensando sobre nuestra relación con la naturaleza, cómo la tratamos, en lo particular me asaltan varias preguntas, pero dos rondan mi cabeza ¿qué tanto hemos contribuido al problema que plantea Al Gore? y ¿hasta dónde estamos conscientes del problema del cambio climático?

La cinta no nos habla de ciencia ficción, está alejada del mundo hollywoodense; nos refiere una realidad lacerante. Como dice un refrán popular “la verdad no peca, pero incómoda”, es muy cierto, pero llama más la atención que sea un político norteamericano, Al Gore, quien nos hable del tema del cambio climático y la forma en que estamos acabando con la tierra, solamente habría que recordar que el gobierno de EU se ha negado a firmar los tratados de Kioto y el principal contribuyente del problema de cambio climático.

A lo largo de la película vemos las reflexiones y preocupaciones de Al Gore en torno al cambio climático, su pasión y dedicación, su esfuerzo por generar conciencia entre las personas tanto de EU como del resto del mundo, cuenta con una amplia gama de recursos tecnológicos para hacerlo, parece que logra que la gente sea receptiva, me parece que la película es un medio adecuado para llegar a más gente, lástima que en México no hay una difusión masiva de la cinta.

Desde mi punto de vista considero que la película se aleja del tono sensacionalista y alarmista, es decir, no tiene la intensión de generar miedo en la gente, al contrario, nos lleva a la reflexión y a asumir una postura ante el cambio climático, ya que maneja argumentos científicos de manera sencilla y clara.

El final de la película es muy bueno porque transmite claramente la idea de que nosotros podemos aportan algo para combatir el cambio climático, es decir, en nuestra vida cotidiana hay que hacer algo, cambiando nuestra actitud ante la naturaleza y en el uso irracional del auto y la energía, no necesitamos esperar a que lo hagan los gobernantes o las ONG´s, como dicen los sociólogos de la escuela de Budapest, es más importante la revolución de la vida cotidiana que las revoluciones de masas.

Creo que la pasividad hace más daño a la tierra, sería conveniente asumir las recomendaciones que a tÍtulo personal podemos hacer para combatir el cambio climático, además, se debería de difundir la película en la escuelas de todos los niveles e incluso, podemos pensar que forme parte de la currícula en la formación de los alumnos.

Inevitablemente la película, nos lleva a pensar sobre la situación en nuestro país, la primera conclusión a la que llego es que parece que no nos interesa el problema y que es algo lejano a nosotros, pero la realidad es que lo vivimos con mayor frecuencia, como recientemente pasó con las inundaciones que desaparecieron el pueblo de Angangueo, Michoacán. La pregunta obligada ¿qué estamos haciendo nosotros?

0 comentarios:

Publicar un comentario