Esta conmovedora película realizada en 1926 y estrenada en 1927 por Fritz Lang, nos va a narrar la vida de una clase esclavizada que va a revelarse contra las maquinas para la mejora de su vida.
El trabajo de los obreros su entrada y salida de la fábrica desde las profundidades, junto con la expresión de descontento, fatiga y pocas ganas que muestran hacia su trabajo van a hacer notar la primera impresión de las malas condiciones de vida que tiene un obrero, seguido por los accidentes a los que se enfrenta.
Entonces cuando alguien de fuera nota que estas condiciones no son buenas y en este caso es el hijo del dueño de Metrópolis y quiere hacer notar esto, se pregunta cómo es que pueden los creadores de todo lo que va a ser Metrópolis vivir así y como es que no se han revelado, pero sus respuestas no son satisfactorias y busca como entender más a fondo tomando el lugar de un trabajador.
Pero lo que sigue es probablemente peor, ya que va a surgir algo que lo va a desplazar, por lo tanto va a perder, aunque sea malo, su trabajo.
Y así mediante la clase esclavizada, la de los obreros, en un mundo de alta tecnología futurista la clase dirigente se sostiene, pero esto no va a durar hasta que esta clase dominada va a rebelarse y exigir una igualdad social de la que carecía completamente y van a hacerse escuchar por medio de la destrucción de la fabrica y asi obtener justicia sobre su vida laboral y social.
Creo que esta película se enfoca en que una clase dominada puede reivindicar sus malas condiciones en cuanto lo decida y que la justicia social siempre se debe exigir, no por medio de la violencia pero si mediante la unión de los trabajadores para su propio bienestar.
LAURA BARRAGAN TORRES
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