TIEMPOS MODERNOS.
Refleja de una manera muy cómica la explotación que sufre el obrero por parte del capitalista, sin embargo, a pesar de esa comicidad se ven reflejadas las tareas diarias que el hombre tiene y debe de desempeñar para poder llevar sustento a su hogar, nos muestra en escenas muy cortas como el trabajador primero ejerce su trabajo al ritmo de la maquina o bien al ritmo que marca el director o el encargado de la fábrica, trabajo que aunque parece muy sencillo, repercute en la salud tanto mental como física del trabajador, posteriormente muestra las huelgas y los problemas de desempleo con los que se tenían que enfrentar los trabajadores una vez cerrada o clausurada la fabrica. Volviendo esto un círculo: apertura- fabrica-trabajador-cierre-desempleo-violencia e inseguridad.
Estas escenas no pueden considerarse muy ajenas a la actualidad, diariamente miles de trabajadores se someten a un patrón y a una maquina que va dictando su quehacer durante la jornada laboral, pero también existe otro tipo de sometimiento, como el de la humillación, acoso, entre otros, todo para poder sentirse dentro de ese círculo afortunado a los que yo llamaría “ los si empleados” porque en muchos de los casos es mejor tener un trabajo y desempeñar alguna actividad, sin importar la paga, que verse desprotegido sin un empleo o remuneración alguna.
Las épocas han cambiado, y mucho, los modos de producción ( fordismo-taylorismo-taylorismo, etc. ) ya no son tan utilizados o bien han llegado a ser caducos, las huelgas, las ciudades, las maquinas, las profesiones y las personas han cambiado a través de los años; la explotación permanece pero con un disfraz más moderno y mejor fabricado, por el mismo capitalista, un disfraz que te permite sentirte “seguro”, sin embargo solo basta un poco de agua y jabón para aclarar la realidad y todo pasa a su modo más clásico y natural.
GUADALUPE MUÑIZ CASTRO.
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