¡PANTALETAS!

¡PANTALETAS!

Armando Ramírez

PRISCILA ROSAS HERRERA
La novela de Armando Ramírez describe la ilusión que se tiene en la educación en México, ilusión porque se cree que estudiando se podrá salir de la pobreza, cosa totalmente distinta para los “jodidos” como se menciona en la novela, la realidad es que tener un futuro seguro y salir de la pobreza muchas veces no depende de la educación, al menos en México, el caso descrito por Armando Ramírez con el personaje del Masiosare es un claro ejemplo de la situación de falta de empleos para los egresados de las universidades.

La cruda realidad es que la apertura comercial y la globalización que llegaron a partir de los años ochenta cuando se introdujo el nuevo modelo de desarrollo en México, las ideologías del FMI, permitieron la creación de empresas transnacionales en nuestro país, la privatización de las empresas publicas, el recorte de personal y de salarios, la flexibilización del empleo que trajo consigo el trabajo informal del que se habla en la novela, en el cual las personas no cuentan con seguridad social, ni representación sindical, la globalización traída a México, no solo afectó a las empresas nacionales, también a sus trabajadores, sus derechos han sido cada vez mas reducidos, se creía que México seria un país de primer mundo con la introducción del TLC, y la apertura comercial.

Dicha apertura sólo trajo consigo mayor desigualdad para la sociedad mexicana, los interés del pueblo por los que velaba el Estado al menos en cierta medida para mantener el control social, pero la calidad de vida se vio amenazada con la ideología neoliberal y su apuesta por la descentralización del Estado en los asuntos económicos, donde el mercado era y es el único portador de la supuesta verdad que nos haría prósperos, reverenda mentira para que se permitiera a los países desarrollados enriquecerse de la mano de obra barata y recursos naturales de países como México.

El Masiosare estudió por consejo de su madre para salir de pobre, pero la formulas o las recetas del FMI no funcionaron, y al graduarse como Sociólogo se dio cuenta que encontrar un trabajo para lo que había estudiado no era cosa fácil, así que decidió dedicarse al comercio informal que le dejaba mas ganancias que su carrera.

Si bien es cierto que su carrera no le trajo los frutos que el esperaba, no trajo la riqueza monetaria que deseaba para salir de la pobreza, si le trajo, y el mismo personaje lo reconoce y considero que es verdad, la satisfacción humana, una riqueza que no puede ser comprada, su enriquecimiento intelectual, y un crecimiento como persona, Masiosare no terminó como su hermano el Arqueologo asesinado por pertenecer a un banda de narcotraficantes, que le permitió acumular dinero, pero también le costó la vida, el error del Masiosare fue dejar de creer que estudiar si es lo correcto para dejar la enajenación, para no seguir legitimando a un sistema que nos consume, dejar de creer en sus recetas, para tener un visión clara y veraz de la realidad que se vive, le faltó inculcar a su hijo el amor por las letras y la esperanza de ser alguien diferente no mejor a los demás pero si con otro pensamiento que le permitiese desarrollar su intelecto.

La educación debe ser una prioridad y un derecho para el crecimiento de la conciencia humana, la falta de empleo desanima, pero no basta con darse por vencidos y permitir que nuestras ilusiones sean mitigas, antes bien hay que seguir apostando por la educación y los demás derechos de las mujeres y los hombres.

1 comentarios:

Trabajo y Organizacion Social dijo...

Me gusto la reflexión que te dejo la novela, es bueno que veas la educación no solo como negocio, sino como un crecimiento personal, espero que cuando concluyas la carrera sigas pensando igual.

El estudiar, el leer, el escribir, mirar cine, ver teatro, contemplar el arte, siempre te hará mejor persona.

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