Reflexión Pantaletas

Carlos Arámburo Muro

Novela de Armando Ramírez que narra la historia de un estudiante universitario motivado por el ideal de salir de la pobreza, la imagen del indio zapoteca Benito Juárez, quien fuera presidente de México, y que según la historia oficial provenía del campesinado rural pastoreando ovejas sería su fuente de inspiración. Esta imagen es dada a conocer desde los primeros años de la educación primaria en México con la finalidad de establecer héroes que nos doten de una identidad nacional que en realidad no esta siendo pensada por la colectividad, ni construida desde ella.

No quisiera hacer un resumen de la historia narrada por Armando, me parece oportuno dirigir el comentario, hacia dos puntos que me parecen clave dentro de la sociedad contemporánea: uno de ellos, es el problema de educación en nuestro país; es cierto que resulta ineficiente el sistema educativo, tanto en contenido como en capacidad de recepción de alumnos, sin embargo el problema visto analíticamente, nos propone encontrar la importancia de raíz del ámbito educativo en una sociedad. La educación puede ser repensada en nuestro espacio, evitando caer en las visiones superficiales que no permiten entender que la educación puede ser impartida de otra forma, con otra estructura organizativa, con otros contenidos. Este cambio solo será posible si se reconoce la importancia del conocimiento histórico de nuestra realidad.

El conocimiento, no solo se refiere al que puede ser obtenido mediante instituciones, este es experimentado en cada acto, es el conocimiento que se adquiere a través del cuerpo. Pero el hombre requiere transitar por el camino de la crítica para poder construir el edificio del conocimiento humano, que no se diluya en ideas abstractas, sino que pueda ser aplicado a la realidad, pues las ideas son una construcción del conocimiento que nos permitirán liberarnos.

El conocimiento como parte integral de la figura humana requiere ser vivido, transformado, de lo contrario se irá expandiendo el esquema de recepción del conocimiento, que proviene de los sabios y ¨estudiosos¨; y que no acepta la crítica, pues es concebida como una verdad inmodificable. Tal situación impide que los sujetos indudablemente actuantes de las sociedades, busquen escalar en el proceso de construcción del conocimiento, relegando tales funciones a las clases dirigentes de la sociedad.

Por otro lado, el tema del comercio informal es una constante dentro de todo el libro, aparece para aclarar un poco el problema del desempleo y la pobreza en las regiones periféricas del sistema mundo capitalista, en particular, México. A raíz de los cambios en la política económica, que responden a los intereses de las grandes empresas trasnacionales, el empleo en nuestro país se ha visto debilitado. Se convierte en un lujo, en un privilegio contar con un salario, y las prestaciones mínimas que establece la ley para el trabajo asalariado.

Como ya se ha visto en anteriores sesiones del curso, el crecimiento interno dejó de ser el motor de desarrollo en el plano de la economía nacional, mostrando la debilidad de los gobiernos ante el gran capital que comenzaba a vender junto con las grandes organizaciones financieras del mundo, como el FMI, el Banco Mundial, y demás asociaciones perversamente creadas por Estados Unidos, la idea de que generar condiciones óptimas para el capital, favorecería el desarrollo de los Estados nacionales, convirtiéndose en lo que Joachim Hirsch llama el Estado Nacional de Competencia.

Países como México necesitaban adoptar las recetas modernizadoras de las grandes corporaciones mundiales creando los esquemas de flexibilidad del trabajo, lo que significa debilitamiento y despojo de las grandes conquistas obreras obtenidas en las luchas sociales del siglo XX en nuestro país. La flexibilidad es un golpe directo a la fuerza de trabajo, que no puede ser contenida solo por los sindicatos o centrales obreras, sino que requiere de una conciencia nacional que se resista.

Ante tal situación, el mercado informal se ha convertido en la fuente de trabajo de millones de familias en todo el mundo. Resulta que las condiciones laborales de estas personas son en verdad de inseguridad, es decir, no cuentan con: un sueldo, ni un ingreso fijo, ni prestaciones; las condiciones higiénicas muchas veces son inadecuadas, no tienen acceso al servicio de salud público y deben lidiar con la policía para defender su fuente de trabajo.